Las galletas clásicas por excelencia, que devoraba nuestro querido Triqui en Barrio Sésamo, con pepitas de chocolate y nueces, aunque admiten variantes como arándanos, almendras, fruta deshidratada como mango o papaya,…
En EEUU son muy famosas, y las elaboran con un tamaño y peso mayor que aquí, además se suelen vender individuales. Con una galleta vas servido. Además suelen emplear jarabe de arce, que le da un sabor muy característico.
Hoy en día, a Triki, los americanos lo han vuelto vegetariano, ya no come galletas para evitar que los niños se vuelvan obesos imitándolo. Zanahorias y otras “hierbas” son su dieta. ¡Dónde vamos a llegar!
Hay muchas recetas publicadas, pero yo he realizado mi particular versión, buscando los ingredientes más saludables. Así, he sustituido la mantequilla de las recetas por aceite de oliva virgen extra y la harina y azúcar he usado las integrales. Así si engordo lo hago en condiciones, de manera integral.
Si te gustan más dulces añade más azúcar, es cuestión de gusto.
Si alguien es vegano puede evitar el huevo que he empleado y añadir algo más de aceite.
Muy fáciles de hacer y deliciosas. La única complejidad es sacarlas del horno en el momento preciso de tal manera que no queden muy duras.
Salen 650 gr, de galletas con esta proporción de ingredientes.
Ingredientes:
· 230 gr. de Harina integral (una taza rasa compactada)
· 150 gr. Azúcar integral del Mercadona. (media taza)
· 125ml de aceite de oliva virgen extra (menos de media taza)
· 1 huevo
· 1 pizca de sal
· 1 pizca de levadura
· Chorrito pequeño de esencia de vainilla (un tapón)
· Nueces y pepitas de chocolate al gusto (por ej: 80gr. de cada)
Variantes: emplea jengibre en polvo o rallado y jarabe de arce. Pero ojo, que las proporciones de líquido aumentan. Experimenta y disminuye algo de azúcar y de aceite.
OBSERVACIONES AL PROCESO:
He usado una taza medidora.
Todas las harinas y la azúcar morena NO tienen la misma textura, densidad y por supuesto ocupan el mismo volumen. Por eso sería conveniente pesarlas antes y ver que volumen ocupan en la taza medidora. Arriba os doy las dos opciones.
Ej: yo he usado azúcar integral del Mercadona y ocupa media taza, en cambio con otra azúcar más melosa que compro en una herboristería necesito una taza completa para el mismo peso.
Apúntalo para no tener que pesar cada vez que hagas galletas.
TROCEAR EL CHOCOLATE: O bien usas chocolate negro de repostería que debes trocear, labor difícil para conseguir un tamaño adecuado, o bien venden pepitas de chocolate ya troceadas, lo cual es más cómodo. La diferencia está en que si usas pepitas eleboradas, no puedes elegir el chocolate ni su porcentaje en cacao.
CUANTO TARDAN: Las galletas según el horno están listas entre los 12-20 minutos, según el horno. Lo mejor es con un palito de madera intentar levantar la galleta por el borde, debe ceder un poco sin desmenuzarse, semidura. Al sacarla y enfriarse se vuelve más sólida. Mejor que quede blandita que dura.
PROCESO:
1.- Mezclar en un bol, aceite, azúcar, huevo, levadura, esencia vainilla, sal.
2.- Añadir la harina, en dos o tres veces mezclando bien. Debe quedar una bola oscura manejable, algo pegajosa pero con consistencia.
3.- Añadir las nueces troceadas y el chocolate en ese momento y amasar un poco (tenderá a disgregarse la masa). O bien añadirlas después, cuando hayamos separado la masa en bolas más pequeñas, así equilibramos que en todas las galletas haya cantidades similares de chocolate y nueces.
4.- Hacer bolas según queramos unas galletas más grandes o pequeñas. De esta masa salen unas 15 galletas de unos 7 cm de diámetro.
5.- Colocarlas en una bandeja de horno con un papel de hornear debajo, aplastándolas con la mano o una espátula.
6.- Hornear a 160º a 170º, unos 15 minutos de media, mejor menos que más, no todos los hornos son iguales. Vigilarlas y mover con el palito de madera. Pincha las burbujas que pueden producirse.
7.- Sacar con una espátula y dejar enfriar en una rejilla pues el chocolate está fundido.
Cuando están frías guardarlas en un recipiente hermético o mejor: ¡comételas!.
Cuando estéis saboreándolas, pensad en Triqui, se lo debemos.
Por Manuel Gómez Trujillo.